LAS NAVIDADES Y LOS TRASTORNOS ALIMENTARIOS
Probablemente para muchos de vosotros ésta no sea la primera Navidad que pasáis con un TCA en casa. Puede que para otros sí lo sea pero si hay una cosa clara es que hagamos lo que hagamos nunca daremos con la solución perfecta puesto que la Navidad es una ápoca muy complicada para quienes padecen éste trastorno. En Navidades hay vacaciones, tiempo libre y espacios “muertos” que rompen con la sensación de eficacia y utilidad, pero sobre todo en Navidades se come y se come mucho más, entre otras cosas porque los planes familiares y de ocio, suelen hacerse alrededor de una mesa. Si una persona le tiene miedo a la oscuridad y de pronto le pedimos que esté varios días encerrado en una habitación totalmente a oscuras y le pedimos que lo normalice…se asustará mucho más y su ansiedad será mucho mayor, pues de alguna forma, esto es lo mismo. Pero vamos poco a poco, si conseguimos entenderlo mejor, seremos más capaces de llevarlo con otra cara.
¿PORQUÉ LA NAVIDAD ES UNA ÉPOCA TAN DIFÍCIL?
Las Navidades en general para todos son una época distinta y de cambios, sin embargo para las personas con TCA se convierten en días más complicados de lo normal. Os explicamos porqué:
a. Se rompe con la rutina:
Las personas con ésta enfermedad suelen tender a aferrarse mucho a la rutina, lo que significa horarios, actividades y demás. Las Navidades significan tiempo libre, y el tiempo libre implica mayor inactividad, lo que genera mucha ansiedad en éstas personas. Tienen mayor sensación de descontrol en los horarios de comidas, mayor sensación de inutilidad ante aquellos días en los que parece no haber nada que hacer. Generalmente en éstas fechas la gente come a horas más flexibles, duerme más, hace muchas comidas fuera de casa, queda con familia y amigos más a menudo, etc.
b. Presencia de más Alimentos “prohibidos”
Por lo general, las personas con TCA tienen una serie de alimentos que no se permiten comer pero que con el día a día, es más raro o difícil que tengan que enfrentarse a situaciones en las que tienen que rechazar éstos alimentos. En éstas fechas éste tipo de comidas están más presente, los turrones, polvorones, cokteles, etc están a la orden del día. Verse en situación de verse obligadas a comer éstos alimentos genera mucha ansiedad, unas veces por la insistencia de las personas que están alrededor en que coman de ellos y otras por la mera presencia de cualquiera de éstos porque es más fácil que se genere tensión, sensación de asco o tentación por un atracón.
c. Época de planes:
Normalmente éstas personas suelen tener organizados y medidos los planes de cada semana y en Navidades es mucho más probable que surjan más planes y diferentes, lo que les genera agobio por la falta de organización, por la ansiedad de sentirse obligadas a hacer comidas o “picar” fuera de casa, hacer planes donde no puedan pasar más desapercibidas, etc. Cuanta más gente, más probabilidad de que los demás se den cuenta o hagan referencia a su problema y para ellas es difícil enfrentar esa situación.
d. Época de compras:
Con la llegada de los Reyes llegan también las compras y lo más fácil es comprar ropa lo que, si de por sí genera ansiedad en todo el mundo por las files y montones de gente, la cantidad de modelos, colores y tiendas que hay, en ellas el agobio es mayor por lo que para ellas implican las tallas, los modelos y la imagen en general.
e. El efecto de la Navidad en la sociedad:
Todo lo que se oye en la televisión, radio, tiendas y demás acerca de los efectos de la Navidad es devastador. Existe la idea generalizada de que en Navidad, si no se controla uno, se coge peso. Cada vez se venden más productos light que sustituyen a los tradicionales y ya se anticipan las dietas para después de las fiestas o incluso para la celebración del día de Año Nuevo.
f. Si a esto le sumamos:
Que normalmente para todos éstas fiestas son algo ambivalentes, tenemos que pasar por el hecho de que hay seres queridos que nos faltan y notamos más su presencia en éstos días, por lo general nos ponemos más nerviosos pensando en los agobios del año que entra, de todo lo que nos falta por hacer, sean exámenes o tareas del trabajo y más importante el balance que todos hacemos del año que las personas con TCA suelen vivir como más negativo hacen que en general las Navidades se vivan con MUCHO MÁS AGOBIO.
BIEN…¿QUÉ HACER?
Lo más importante y fundamental es recordar tanto a padres, familiares, amigos y pacientes el objetivo principal de éstas fiestas:
DISFRUTAR
Todos, tengamos el problema que tengamos, tenemos derecho a pasar unas buenas fiestas ya que es el momento de hacer las cosas más relativas, de descansar y de disfrutar unos de otros.
¿Cómo podemos echaros una mano?
Entendemos que cada caso es diferente y que no todos estáis en el mismo punto, pero trataremos de daros pautas a nivel general, independientemente de todo aquello que queráis consultar.
a. En cuanto a rutina:
A pesar de que estar en vacaciones es más relajado, tratad de ayudar a tener una pequeña rutina. Intentad mantener un horario para las comidas o al menos que haya el mismo número de horas entre comidas que tendríais normalmente, eso ya para ellas es un punto de tranquilidad. Tratad de poner alguna actividad rutinaria que podáis hacer juntos, ya sea dar un paseo, acordar hacer una ruta de museos o cualquier actividad que podáis hacer a un determinado horario y que quede establecida a modo de actividad que se debe tratar de cumplir.
b. En cuanto a alimentación:
La alimentación no tiene porqué cambiar durante éstas fechas, ellas deben seguir su dieta que haya sido pautada. Los días clave en los que hay comidas o cenas especiales, tratad de establecer un menú. Nosotros desde Centta os echaremos una mano para evitar preocupaciones o conflictos en el momento de las comidas o cenas. Las personas que padecen de TCA se sienten mucho más tranquilas si tienen un orden en esto. Es más fácil tanto para ellas como para vosotros que ellas ya sepan lo que se va a comer esos días y que ellas ya tengan un plan de lo que deben comer apuntado en un papel a modo de menú, haciéndose ellas su primero, segundo y postre. Si lo hacemos así, ellas se quedan más tranquilas y vosotros no tenéis que estar pendientes a lo que les sucede a ellas. Es importante que tengáis en cuenta que comer o no comer lo establecido depende de ellas, es su responsabilidad, una cosa es ayudar haciendo las cosas más fáciles y otra es presionar u obligar. Por ello es importante que, si ellas se sienten con fuerza, se acercarán a la bandeja de turrones y se comerán un trozo, si no es así, no lo harán, no pasa nada, cada caso lleva su ritmo y ésta época no debe ser diferente en éste sentido.
c. En cuanto a los planes:
En lo que se refiere a planes familiares, tratad de contarle lo que se va a hacer o a dónde se va a ir, quién va a venir a casa, etc en la medida de lo posible. Animadlas a que salgan con sus amigos aunque eso conlleve comer o cenar fuera, eso es también algo que deben trabajar. Si es necesario, animadlas a salir aunque hagan la comida o cena en casa, el objetivo es normalizar y la gente normalmente sale y se divierte aprovechando las fiestas.
d. En cuanto a las compras:
Si veis que la persona no se siente preparada, tratad de no regalarle ropa, ya habrá tiempo para eso y hay muchas más opciones además. Si lo vais a hacer, tratad de no ir con ella para no dar lugar al agobio ante todas las tallas o la ansiedad que genera probársela en ellas.
e. En cuanto a otros aspectos:
Si las veis agobiadas planificándose los estudios o las tareas, ofreceros a echarlas una mano para ayudarlas a tener una visión más objetiva del tiempo y los recursos, que puedan establecer unas horas al día para estudiar y demás.
Tratad de que la conversación durante las comidas, al haber más gente sea distendida y hacedlas partícipes de éstas, el objetivo es que centrar la atención en algo entretenido.
Aprovechad para hacer planes juntos, sacad los juegos que tenéis guardados para hacer cosas, ojead actividades que os puedan apetecer a todos.
Evitad entrar en conversaciones en las que el peso, la comida o la imagen sean las protagonistas ya que son temas que suelen hacer que les baje el ánimo y más que nunca el objetivo es que disfruten al máximo, tanto ellas como vosotros.
Aún así, insistimos en que la situación, por muy preparados que estemos, no es sencilla puesto que ni cada persona es igual ni tampoco lo son todas las Navidades. Por eso también es importante estar bien informados y orientados en el tratamiento que sigue cada persona. El papel de la familia es esencial para salir del problema, de modo que no dudéis en pedir ayuda a los profesionales especializados en ello sobre todas éstas cuestiones y todas la que puedan aparecer.
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