Terapia EMDR

Las siglas EMDR significan “Desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares” y aunque inicialmente fue una técnica especialmente utilizada para el tratamiento de los Trastornos de Estrés Post-traumático, su uso ha sido cada vez más extendido a otros problemas.
Todas las situaciones que vivimos a diario constan de dos componentes: uno conceptual y otro emocional. Cuando recordamos un evento, podemos relatar cómo fue, cómo era el contexto, podemos hablar de las personas que había en él e incluso podemos hablar de los pensamientos asociados a dicho evento. Pero también podemos recordar los sentimientos, sensaciones y emociones que aparecieron durante ese momento e incluso, si nos paramos a recordar al detalle, podemos revivir de alguna forma esas emociones.
El problema es que, ante ciertos eventos traumáticos, ambos componentes quedan separados y esto sucede debido al impacto emocional que dichos eventos tienen, independientemente de sus características, ya que no necesariamente han de ser eventos trágicos como un accidente o el fallecimiento de un ser querido. En este caso, podemos recordar el suceso pero no acceder a la emoción correspondiente o en algunos casos puede suceder al contrario, que tengamos ciertas sensaciones y emociones ante distintas situaciones y no ser conscientes de dónde vienen.
El objetivo de la terapia EMDR es reprocesar esa información que no pudo ser procesada en el momento traumático para integrarla en el momento presente de una forma sana y adaptativa. Es decir, volver a unir ambos componentes y dotarlos de un nuevo dignificado que no produzca malestar en la persona. Para ello, utiliza la estimulación bilateral de los hemisferios cerebrales.
Existen 3 tipos de estimulación
Una vez está procesada e integrada la información traumática, se produce una mejoría y la desaparición de la sintomatología asociada al evento que se ha vivido como traumático.
En ITP creemos que la técnica de EMDR es de gran utilidad para los problemas emocionales y consideramos que debe de ser utilizada como una herramienta más en algunos momentos dentro de un tratamiento, sin ser el objetivo de la terapia en sí mismo.